La reflexión es el camino hacia la inmortalidad; la falta de reflexión, el camino hacia la muerte

A diferencia de otros grandes maestros como Jesús o Krishna, Buda era una persona común. Como tu o yo. El, simplemente, alcanzó la iluminación. Alcanzó esa paz interior que todos buscamos.

Salió de su casa y escapó de sus propios demonios convirtiendose en lo que el catolicismo definiría como un santo, es decir, un mortal común y corriente que alcanza el máximo parecido posible a lo que entendemos o creemos como Dios…

Cómo lo hizo? El mismo lo dice… Reflexionando.

Y a mi me gustaría acercarme al menos un poco más a ese lugar… Desde la nada y la ignorancia que tengo como cualquiera.

No soy un gurú, ni un profeta. No soy un sabio ni un filósofo, No soy un ministro, un cura, ni un predicador. He renunciado a todo núcleo modelador del pensamiento como lo es una iglesia o una religión. Por eso no pretendo esparcir mensajes religiosos, ni formar una secta. Nadie me llama maestro ni quiero que lo hagan pues no lo soy.

Entonces… Quien soy? Que soy?

Te lo has preguntado alguna vez?

Que necesito para sentirme pleno y feliz?

La reflexión es el camino hacia la inmortalidad; la falta de reflexión, el camino hacia la muerte.

Lo dijo Buda.